domingo, 19 de octubre de 2008

sábado, 18 de octubre de 2008

articulo

INCLUSIÓN EDUCATIVA
UNA CUESTIÓN DE ACTITUD.




Cuando cambia la filosofía del hombre (su naturaleza, sus objetivos, sus potencialidades, su realización), entonces todo cambia. No solo cambia su filosofía política, económica ética y filosofía de la historia , sino también su filosofía de la educación de la psicoterapia y del desarrollo personal, la teoría cerca de cómo ayudar a las persona a llegar a ser aquello que pueden y necesitan profundamente llegar a ser. Nos encontramos en la actualidad en el centro de cambio de este tipo en torno a las capacidades potencialidades y objetivos del hombre. Está naciendo una nueva concepción acerca del hombre y de su destino, y sus implicaciones son muchas, no sólo para nuestras concepciones educativas, sino también para lo que hace a la ciencia, política, literatura, economía, religión e incluso a nuestras concepciones del mundo no-humano. (Maslow 1972 p. 251.)
La profunda ideología arraigada históricamente en el actuar social y educativo, al no conceder espacios mortales, ideológicos, entre otros, ha sido causa de exclusión de todas aquellas personas que por suerte o no han tenido que contar con una discapacidad, haciendo esfuerzos doblemente titánicos para ganar no sólo un espacio social y laboral, sencillamente de respeto.
Hoy en día ante la gran influencia de las transformaciones en sociedad, por fin en México se visualiza una pequeña luz de justicia hacia el campo de la discapacidad, si bien es cierto, abriendo mentes e invitando a la reflexión a partir de eventos sociales como el denominado teleton, así como la visión de las autoridades ante políticas internacionales, la visión hacia estas personas ha ido cambiando, situación que no sólo amerita el respeto o en ocasiones la conmiseración, sino la verdadera valía a través del planteamiento real de la inclusión, entendiendo ésta como el trabajo eficiente acorde a las capacidades de cada individuo, no necesariamente con discapacidad.
La escuela pues, como ha sido a lo largo de la historia, adquiere un papel protagonista, de compromiso, pues es la institución que incide directamente en la concientización y sensibilización de la sociedad, vinculando espacios como el educativo, el político y el social, para Orlando Terré[1] el papel del docente resulta medular pues para el logro de espacios (educativos, políticos y sociales) el profesor requiere de un discurso colaborativo y seductor, para poder establecer las exigencias de uso pedagógico que garantice el proceso de la inclusión, es decir el logro de un maestro comprometido e integral, donde la escuela cumpla con el papel que siempre le ha sido encomendado, una escuela para todos.
La educación en el sentido de la inclusión es necesaria en todos los ámbitos en los que el individuo se desarrolla por lo que la relación familia, escuela y comunidad es indispensable, pues aun cunado el discurso hace referencia a la inclusión, es sencillo el observar como en los tres ámbitos mencionados, son relativamente pocos los que llegan a utilizar un lenguaje con señas o una interpretación en braile, es pues claro que se deja una vez más sólo en el ya mencionado discurso, es aquí donde retoma la gran importancia del concepto de profesor integral, al estar completamente convencido y dispuesto a la práctica inclusiva, bajo el concepto de dar funcionalidad en todo sentido incluido claro esta el de la discapacidad, ya que sólo al estar completamente convencido en mente cuerpo y alma de el valor de la inclusión se podrá rebasar el discurso, así pues como docente asumir el rol de innovación y transformación en la práctica.
El logro de una escuela inclusiva, aunque pareciera una tarea imposible, es real, posible, pero sobre todo indispensable para el crecimiento como sociedad, como humanidad, con un objetivo común al recuperar los valores que hoy en día han degradado la convivencia, es pues importante el plantear como objetivo el que la escuela inclusiva sea aquella que pueda hacer frente a sus alumnos (no sólo con los que cuentan alguna discapacidad), sino con cada uno de ellos al valorar sus limitaciones así como sus potencialidades, aunque pareciera un papel romántico, la inclusión tiende a retomar en el individuo su carácter humano, sacudiendo todo aquello que la mal interpretada profesionalización le ha quitado, la humildad de la profesión es la que también colaborará en la recuperación, en gran medida, el sentido de la enseñanza, aún más considerando que la inclusión “ es una forma de vivir juntos, con la acogida del extraño y con el deseo de volver a ser todos uno, la inclusión es amor”[2] por lo tanto la educación inclusiva es totalmente posible al adquirir en cada una de las escuelas, en cada rincón educativo un proyecto que apunte hacia la activación de una cultura de inclusión, el desarrollo de practicas inclusivas, así como la motivación y visión encaminada a la elaboración de políticas inclusivas, para lo cual, una vez más el rol del docente como activador de dichas practicas, adquiere su papel relevante, dejando a un lado por lo pronto algunas barreras como el poco reconocimiento social, familias en pobreza, contexto de la familia sueldos bajos etc., pero con la convicción de políticas, prácticas y cultura de tipo inclusivo será posible revalorar el sentido humano de la ecuación, también es importante dejar de lado la ideología, parte de la escuela tradicional, “al observar sólo lo que no se puede, adecuando las curriculas y principalmente redituarse como docente, reconociendo que los alumnos todos tienen un saber”·[3]
Las estadísticas recientes demuestran que el no contextualizar o realizar un traje a la medida de cada alumno ha propiciado índices preocupantes para el desarrollo del país al considerar a los alumnos como, iguales en estricto sentido de su aprendizaje., como lo denota la siguiente gráfica:



Reprobación Primaria

Ante tal demostración de ineficiencia, es de gran importancia considerar realmente y de manera activa, la consumación de la propuesta de inclusión no sólo, como se ha mencionado, apersonas con discapacidad, sino con todo individuo para el progreso personal y por consecuencia social.






PROFR. MANUEL ARMANDO ROMO MEDELLÍN
[1] ORELNDO TERRÉ 3ER CONGRESO INTERNACIONAL EDUC. ESPECIAL, GUADALAJARA JAL MEX. “DE LA EDUC. ESP. A LA INCLUSIÓN EDUCATIVA” NOVIEMBRE 2008.
[2] ORLANDO TERRÉ 3ER CONGRESO INTERNACIONAL EDUC. ESPECIAL, GUADALAJARA JAL. MEX. “DE LA EDUC. ESP. A LA INCLUSIÓN EDUCATIVA, NOVIEMBRE 2008.
[3] DRA. MARIA JOSE BORSANI, 3ER CONGRESO DE EDUCACIÓN ESPECIAL GUADALAJARA JAL . MEX “INTEGRACIÓN EDUCATIVA LAS NEC. EDUC. ESPECIALES EN LA ESC. PLURAL” NOVIEMBRE DE 2008.